EL MAPALÉ
Baile erótico con el que se celebra la pesca del mapalé. Se dice que esta danza nació como canto y danza de labor de pescadores que se realizaba, acompañada de tambores, como diversión en la noche después de terminar su jornada.
El mapalé es una danza que representa el encuentro erótico entre el hombre y la mujer. Los bailarines se mueven exaltada y aceleradamente y con una gran fuerza hacen saltos, caídas, movimiento de hombros y caderas en un enfrentamiento constante entre el hombre y la mujer, siguiendo el ritmo de la música, el cual es bastante rápido.
Se sostiene que el nombre le fue asignado por un pez, que en determinada temporada, al producirse la subienda, abundaba en los poblados, dando orígenes a festejos denominados Festividades del Mapalé.
Baile de marcada ascendencia africana propio del litoral Caribe. Fue introducido en tiempos pretéritos a lo largo de las orillas del río Magdalena por pescadores. En sus orígenes fue una danza de labor ejecutada en las noches y amenizada con toques de tambores yamaró y quitambre, las palmas de las manos y el canto. Con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndole un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta.
La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado.
Es un baile afrocolombiano que surgió en la costa del Caribe colombiana gracias a la influencia cultural de los esclavos africanos traficados durante la conquista de América. El conjunto o ensamble musical consta de tambor alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora. El mapalé ha sido descrito también como "ritmo del frenesi" y se ha hablado de una especie de "brujería" que logra que los bailarines se vayan sintiendo atraídos por algo inexplicable que parece salir de los golpes del tambor o el agudo sonido de una caña, hasta hacerlos caer literalmente hablando, en un desenfreno de pasión, de deseo carnal. Esa es una coreografía muy representada.
El mapalé en versión primitiva constituye una bifurcación de los golpes rítmicos empleados para ambientar ritos de diferentes especie entre los negros, de ahí que la versión clásica del ritmo sea percusión sola. Es un sonido que va creciendo .Como todos los ritmos que ya hemos tratado, el mapalé también se vio de pronto trasladado a los instrumentos de orquestas grandes en la primera mitad del siglo 20.
Vestimenta:Dado que surgió en un clima bastante caluroso, y se sigue bailando allí, las mujeres bailan por lo regular con vestidos cortos, ceñidos, de colores vivos y con arandelas en hombros y faldas que resaltan el movimiento. Usualmente en estas danzas, las mujeres llevan faldas cortas, con flequillos o volantes pequeños que adornan el movimiento acelerado de sus caderas. Lucen zapatos planos o van descalzas y portan flores en la cabeza o turbantes sencillos.Los hombres usan pantalones pesqueros, bayetilla roja y no usan camisa, en algunos casos usan camisa blanca arremangada.
Coreografía:El mapalé es una danza de pareja suelta. Se baila con pasos cortos, ritmo acelerado y palmoteo constante de los bailarines. Las rutinas se inician con la formación de dos filas individuales una frente a la otra, por parte de hombres y mujeres, para efectuar avances hacia delante y hacia atrás. Continúa con posturas de exhibición libres e individuales de los hombres con el propósito de agradar a sus parejas, quienes se turnan para corresponder los enfrentamientos. Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo. Los de las mujeres son un tanto diferentes y se destacan por ser más excitantes y eróticos.