Naturaleza y tradición en Santa Elena
Cuando se piensa en recorrer las principales ciudades turísticas de Colombia, como Bogotá, Medellín, Cali o Cartagena, la mente comienza a proyectar imágenes de calles con gente alegre, vida nocturna agitada, cafés literarios con buena compañía, museos colmados de cultura y arte, y deliciosa gastronomía. Pero se nos suele pasar por alto que los alrededores de estas urbes pueden esconder verdaderos tesoros naturales a tan solo unos minutos de viaje.
El corazón de la cultura paisa cuenta con varios y uno de los más hermosos, y menos visitado, es el corregimiento de Santa Elena, a tan solo 45 minutos del centro de la ciudad. Este lugar es famoso durante la Feria de las Flores, ya que muchos de los silleteros que llevan a sus espaldas deslumbrantes arreglos de flores, dedican semanas enteras a confeccionarlos en estos cerros orientales. Visitar Santa Elena durante los días antes de la feria es toda una experiencia. Imagine conversar con familias que llevan diseñando arreglos durante décadas, tomarse un tinto con ellos, capturar preciosas imágenes y comer sancocho en la plaza central.
Aunque el resto del año hay mucho más que hacer allí. El paseo puede comenzar temprano en el Parque Arvi, una reserva natural que ofrece diversos atractivos turísticos como caminatas, canopy, botes de remo, ciclismo de montaña y zona de camping con instalaciones para hacer asados. Lo mejor es que aquí se puede llegar directamente en cable, una actividad que es toda una experiencia por sí sola.experiencia por sí sola.
En la parada final hay guías del Parque listos para entregar todas las indicaciones y ayudas necesarias, así que en todo momento sabrá qué camino seguir para comenzar a disfrutar de su día en Santa Elena. Hay varias opciones de rutas por tomar, todo depende de los gustos, habilidades y edades, así que una vez que lo tenga claro, prepárese para un día de caminatas enriquecedoras.
Luego de la mañana de naturaleza, el mejor plan es seguir andando por las pequeñas calles y senderos rurales que atraviesan el cerro. Es probable que en algún momento se sienta perdido, pero este es uno de los encantos de visitar Santa Elena. Si no quiere seguir explorando sin rumbo aparente, se verá obligado a preguntar en alguna de las casas típicas paisas que parecen dibujadas en el paisaje. Se lo dirán amablemente y seguirá caminando entre bosques y cantos de aves, hasta llegar a la plaza donde puede disfrutar de las más deliciosa y abundante comida típica. Además, aquí puede preguntar sobre las granja-hoteles, por si le ha gustado tanto el paseo que se anima a pasar la noche en un hospedaje típico, donde seguirá disfrutando de la tranquilidad de la zona y una vista privilegiada.
Por el contrario, si ya ha tenido suficiente por el día y quiere disfrutar de la ciudad en versión nocturna, puede tomar una buseta que le lleva hasta el centro de la ciudad y desde allí moverse a su gusto. Luego de haber respirado un ambiente tan puro, de aire y de sonrisas, seguramente lo verá todo con otros ojos.verá todo con otros ojos. Si no le queda clara esta sensación todavía, la próxima vez que planifique su viaje a Medellín reserve al menos un día para entender la magia que encierra Santa Elena y que se queda en cada uno de los que la visitan.
Escrito por: Camila Franco de http://escapar.com.co/blog