PALENQUE ORGULLO COLOMBIANO

La cultura Palenquera surge cuando algunos de los esclavos que habitaban en Cartagena hablaban un poco de inglés o francés, incluso de portugués y español, porque esos eran los idiomas impuestos por las naciones europeas que los colonizaron en su África nativa.

En el primer siglo de la esclavitud aquel comercio de carne humana fue tan próspero que se registró oficialmente el ingreso de 180.371 esclavos entre 1540 y 1650. Casi todos eran hombres y mujeres muy jóvenes, que pudieran resistir las penosas condiciones de trabajo en la minería, la agricultura rudimentaria y las obras públicas.

Mediando el siglo XVII, ya se hablaban en la ciudad quince dialectos diferentes. A raíz de uniones familiares, matrimonios, concubinatos, la convivencia cotidiana y relaciones de diversa índole, los negros de distintos orígenes terminaron hablando un revoltillo de idiomas, con un adjetivo tomado de aquí y un verbo de allá. Así fue naciendo una lengua nueva, el palenquero, resumen de sus antepasados africanos, más la influencia del castellano y de las expresiones de los indígenas nativos.

Los primeros palenques fueron barriadas y pueblos enteros en los que se refugiaron los negros libertos o sublevados. Se protegían con empalizadas a manera de murallas. Su líder más notable, el gran Domingo Biohó, obligó a que las autoridades españolas lo reconocieran como rey de su raza. De todos ellos, hoy solo queda el Palenque de San Basilio, situado al sur de Cartagena, que se ha vuelto famoso por sus boxeadores y las vendedoras de frutas que cantan pregones con sus polleras de colores por la playa.

 

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